Tratamiento podológico con láser
El tratamiento con láser es una innovadora metodología que tiene numerosas aplicaciones. En el ámbito de la podología, podemos abarcar y tratar diferentes patologías: verrugas plantares, onicomicosis o procesos inflamatorios (tendinitis, fascitis, entesitis, etc.), entre otras.
En las consultas de quiropodia, las patologías que se pueden tratar con láser son verrugas plantares (papilomas), onicomicosis (hongos en uñas), lesiones dérmicas (helomas, clavos, ipks), cirugía de uñas. Y en las de biomecánicas, procesos inflamatorios agudos o crónicos.
El láser actúa de tres formas:
- Hipertermia: El puntero láser hace que se incremente la temperatura en la placa ungueal, por lo que combatimos al hongo o virus con calor, ya que la mayoría son sensibles a altas temperaturas.
- Bioestimulación: El incremento de la temperatura, provoca una aceleración en el metabolismo de la zona a tratar. Esta bioestimulación hace que el fármaco (combinación del tratamiento tópico) penetre aún más en la uña infectada.
- Vasodilatación: El calor proyectado por el puntero provoca una vasodilatación, la cual genera un aumento de la circulación arterial y venosa en la zona, aportando más nutrientes o factores beneficiosos dicha zona tratada (macrófagos, inmunoglobulinas, proteínas…).
El láser, como cualquier tratamiento, no funciona con todos los pacientes de la misma forma, ya que el umbral del dolor es muy subjetivo. No todos los pacientes toleran las longitudes de ondas estipuladas y, en ocasiones, hay que bajarlo y aumentar el número de sesiones para no disminuir la efectividad del mismo.